Sois seres magníficos, miembros de la Familia de la Luz, y habéis venido a la Tierra en esta época con la tarea de crear un movimiento, hacer un cambio, y asistir a la transición. El amor es la clave.
Se os comunicó, antes de que vinierais aquí, que seríais asistidas y que, en las diferentes etapas de vuestro desarrollo, muchas entidades se presentarían en el planeta para poneros en marcha, encenderos y recordaros. Nosotros somos un disparador. Cuando oís el nombre Pleyadianos , sentís una conexión porque os estamos asistiendo para que vuestra información, vuestros conocimientos, se manifiesten; para que comencéis a encontrar la activación del verdadero conocimiento, el auténtico conocimiento, que está almacenado en vuestro interior.
Trabajamos con vosotras con el fin de recordaros quienes sois para que encontréis la mayor fuente de inspiración. Si pudiéramos asignaros una profesión a cada una o daros una forma de ser, os pediríamos a cada una de vosotros que os convirtierais en una inspiración.
Cuando seáis capaces de vivir en esta facultad y ser una verdadera inspiración para todos los que entren en contacto con vosotros, estaréis viviendo vuestra luz, y eso es bastante profundo.
La luz es información; la ignorancia es oscuridad. Queremos que trabajéis en la luz, no en la oscuridad.
Vosotros, como miembros de la Familia de la Luz, podéis instituir, implementar o insertar una probabilidad nueva en la cadena de realidades que surgirán en los próximos veinte años desde este sector de la existencia, porque vivís físicamente en este planeta. Es a través vuestro como ocurrirá la transformación. Vuestra tarea consiste en encontrar vuestra identidad dentro de la historia cósmica, descubrir lo que sabéis.
Tú mismo escogiste estar aquí. Tienes la asignación de recuperar tu memoria y de llevar el valor de la existencia humana a la delantera de la creación. Eres necesario. Te has estado entrenando para esta misión durante varias vidas. Estás preparado, todo lo que necesitas saber se encuentra ahora dentro de ti y tu tarea consiste en recordar tu entrenamiento. En esta vida no se te enseñará nada nuevo. En esta vida recordaréis lo que ya sabéis y estamos aquí con el único fin de haceros recordar. Eso forma parte de nuestra misión.
El mero hecho de que estés leyendo estas palabras demuestra que formáis parte de la Familia de Luz. Para algunos de vosotros esto es como un sueño. Os estamos recordando lo que ya sabéis en vuestro interior. Hemos venido a este planeta para poner en marcha vuestros bancos de memoria, para inspirar a la raza humana, a través de la banda de la luz, para que empecéis a recordar quiénes sois, a crear vuestra propia realidad y a alterar la frecuencia del planeta y exigir ser dueños de vosotros mismos y de vuestro territorio que es la Tierra.
Tenéis una misión. Venís a estos cuerpos físicos y los controláis, y os proponéis, mediante el poder de vuestra identidad espiritual, cambiar vuestro cuerpo físico. Todas vosotras seleccionasteis cuidadosamente las líneas genéticas que más os convenían. Cada uno de vosotros escogió una historia genética a través de la cual han entrado otros miembros de la Familia de la Luz.
Vuestra rama de la Familia de la Luz es famosa. Sois famosos por entrar en sistemas de realidad y alterar la frecuencia, haciendo llegar la información. Actuáis como receptáculos; dejáis entrar los rayos cósmicos creativos a vuestros cuerpos, los cuerpos que ocupáis como humanas. Estáis disfrazados de humanos, y vosotros permitís que el proceso tenga lugar. Estáis codificados y a medida que vuestra memoria se comience a elevar, responderéis en el plan en el que vinisteis a participar con el fin de alterar las frecuencias. Empezaréis a sostener, guardar y mantener una cierta frecuencia y luego a vivirla.
La identidad como frecuencia es la suma de vuestros cuerpos físico, mental, emocional y espiritual, emitidos en forma de pulsaciones electrónicas. Mientras vivís vuestra frecuencia, afectáis a todo el mundo, dondequiera que vayáis. Eso es lo que estáis haciendo ahora.
El plan para cambiar la modulación de frecuencias que afecta a la especie humana incluye la reconexión de vuestro ADN y de los filamentos con codificación de luz.